1439
Comenzamos a cultivar nuestras primeras plantas a partir de la crisis de 2001 que profundizó la dificultad para acceder a la marihuana que llegaba del extranjero, lo que nos obligó a pensar cómo cultivar un producto de menor costo y mayor calidad, en un contexto económico complejo agravado por el permanente conflicto con la ley penal. Ante la necesidad de conservar las variedades para garantizar la continuidad de los cultivos, empezamos casi sin darnos cuenta el eterno camino de la crianza. Desde entonces, nos dedicamos a preservar genéticas únicas y a desarrollar híbridos originales mediante técnicas de cultivo 100% orgánicas, trabajando en una dedicada selección, cruza y estabilización de los fenotipos, enfocados en variedades que destacan por su aroma y sabor así como por su fortaleza y producción.
Incluso en condiciones adversas, siempre trabajamos para garantizar la mejor calidad de nuestras semillas, por eso cuidamos sus condiciones de temperatura y humedad a lo largo de todo el proceso productivo para obtener variedades puras, estables y con gran poder germinativo. Llevamos a cabo su cosecha, selección y fraccionado a mano, eligiendo artesanalmente cada una de las semillas multiplicadas.
Durante años cultivamos en nuestros jardines urbanos y clandestinos en los que aprendimos acerca del poder de la planta. Hoy asistimos a la formalización de la industria nacional de cannabis convencidos de la importancia de la crianza para su desarrollo, así como del potencial argentino en el comercio global. Tenemos la expectativa de que la industria y la ciencia potencien los saberes acumulados por los criadores y las criadoras durante todos los años en los que la ley penal los persiguió y, en ocasiones, todavía persigue. Por eso, queremos honrar con nuestro trabajo a quienes nos acompañaron a lo largo de estos años, especialmente a quienes fueron víctimas deĺ prohibicionismo que en buena hora, luego de años de lucha, es puesto en tela de juicio en el mundo entero.
Bienvenidos, somos 1439
somos criadores de cannabis.
